El pasado mes de marzo, antes de que el período electoral ocupase la actualidad diaria, tuvo lugar un hecho histórico para el futuro de nuestra región. Los partidos políticos con representación parlamentaria en la Asamblea de Madrid aparcaron sus diferencias para firmar el Pacto por la Infancia junto con varias entidades sociales. Un instrumento para desarrollar políticas clave para la infancia en los próximos años que deben repercutir en la calidad de vida de la niñez en nuestros barrios y que ha sido el resultado de muchos meses de trabajo.

Y es que hace un año UNICEF publicaba en un informe titulado Los derechos de la infancia y la adolescencia en la Comunidad de Madrid. Agenda 2030 que la Comunidad de Madrid era, junto con Canarias, la región con el índice más alto en desigualdad infantil. Tanto es así, concluía el informe, que en torno a un 29% de las niñas y niños se encontraban en situación de pobreza. Estaban hablando –citando datos concretos– de más de 340.000 niñas y niños.

Pero, ¿qué es la desigualdad infantil? ¿cómo es la situación de las niñas y los niños en Madrid que convierte a la Comunidad en líder en éste ámbito? La desigualdad infantil se traduce en que miles de personas menores de 18 años no pueden hacer ejercicio de sus derechos. Derechos recogidos en la Convención de los Derechos del Niño, tratado internacional ratificado por España en 1990, hace casi 30 años. La desigualdad tiene que ver con vivir en situaciones que menoscaban la dignidad humana y que repercuten en todos los ámbitos de la vida. Como por ejemplo, vivir en familias diversas con escasos apoyos, en especial los hogares monoparentales, en las que la precariedad laboral de las personas adultas o la imposibilidad de acceder a una vivienda afecta directamente a la vida de la niñez. Produce resultados como tener una tasa de abandono escolar alta, que se generen situaciones de imposibilidad de finalizar los estudios obligatorios derivados de escasos apoyos en el proceso académico, escasa escolarización de niños de 0 a 3 años, escasos recursos para el acompañamiento e integración de la infancia en los centros escolares o en el sistema de atención social primaria. Afecta a la infancia generando situaciones de malnutrición, sobrepeso o escasa información en materia de salud sexual. En el ámbito del ocio repercute en posibilidad de disfrutar en igualdad de condiciones de un ocio sano y de calidad o en la posibilidad de participar con éxito en los procesos democráticos de participación ciudadana.

La situación estructural de la desigualdad infantil revela que existe un tremendo margen de mejora en la aplicación de medidas políticas de infancia a nivel regional y municipal, tanto específicas como transversales. Supone hablar de equidad y de justicia social para con aquellas personas que forman parte de la ciudadanía aunque no voten. Las niñas y los niños son vecinas y vecinos, viven en nuestro barrio y son protagonistas de sus propias vidas. En nuestra mano está que no se invisibilice a la infancia, porque cuando alguien no existe resulta mucho más fácil vulnerar sus derechos.

Artículo originalmente publicado en la Revista de la Asociación de Vecinos de Aluche, editada en Mayo de 2019.

Autor: José Antonio Rey, Asociación MASI.